Desde hace tiempo, tanto la música como el diseño gráfico forman una parte importante de mi vida, así que os podéis imaginar mi alegría cuando Victoria, violonchelista profesional, compañera y amiga, me dijo que se acordó de mí para que les hiciese un logo para unos encuentros de violoncellos.
Trabajar en un proyecto así, es de por sí agradable, pero si encima te encuentras con gente que desde el minuto uno está de acuerdo con tu idea, y además, son entusiastas y agradecidos, como comprenderéis, la tarea es muchísimo más fácil.
Aquí os muestro el resultado:
Identidad corporativa
Muchas gracias por confiar en mí, y por permitirme formar parte de un proyecto que espero os traiga muchos éxitos… ¡mil besinos!
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